Un grupo de científicos que se encuentran trabajando en un proyecto de inteligencia artificial, se vieron obligados a desconectar a dos robots puesto que sorprendentemente comenzaron a utilizar entre ellos su propio lenguaje.
Estos robots están basados en un proyecto financiado por el gigante de Facebook donde se busca desarrollar máquinas capaces de aprender y desarrollar nuevas tácticas de negociación. Una vez descubrieron la problemática fueron anulados. Este idioma parecía una corrupción del inglés, idioma original con el que se habían programado.
En un principio detectaron la falla, pero aunque no lo vieron tan anormal descubrieron que donde aparentemente había un desorden de palabras, se estaba formando una estructura lógica coherente que permitía a los robots comunicarse más fácil y con menor riesgo a equivocarse.
Esta situación reabre el debate de la probabilidad de que las máquinas con inteligencia artificial logren desarrolla formas de comunicación propias que sean mucho más eficientes entre sí y alejadas del lenguaje humano con el que fueron programadas en un inicio, en lo que los expertos opinan que una inteligencia artificial que exceda la inteligencia humana promedio puede llegar a ser muy peligrosa, principalmente porque no sabemos a ciencia cierta qué efectos negativos o positivos podría generar.
Además, justo esta semana Mark Zuckerberg y Elon Musk han mantenido una discusión acerca de los peligros que podría tener el desarrollo de una inteligencia que exceda la capacidad del hombre.
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